Aurora 1957 es el modelo de coche más feo del mundo
Aunque como dice el dicho, para gustos los colores, el Aurora de 1957 podría ser el coche más feo de la historia.
Este vehículo, fue personalizado por Andy Saunders, un personalizador de automóviles cuyas creaciones son admiradas en eventos muy prestigiosos. Dato curiosos es que este modelo personalizado por él este considerado como el coche más espantoso jamás diseñado.
Observa en este video de YouTube su gran historia.
La historia de Juliano y su Aurora 1957
En 1957, el padre Alfred Juliano, un excéntrico sacerdote de Nueva York, puso todo su empeño para construir el Aurora. Convenciendo a varios miembros de su parroquia para que contribuyeran al financiamiento del proyecto, se pudo construir.
Hay que decir, que antes de dedicarse al sacerdocio, Alfred Juliano ganó una beca de aprendizaje de diseñador en General Motors, bajo la tutela del legendario diseñador automotriz Harley Earl.
Ese prototipo de coche medía casi 6 metros de largo y según palabras de Juliano, pretendía ser el coche más seguro de la época.
Este Aurora disponía de cinturones de seguridad en todos los asientos, barras antivuelco, columna de dirección deformable, entre otros elementos nada comunes para su época. La carrocería realizada en fibra de vidrio y el parabrisas que estaba diseñado con resina anti-quebraduras, tenía forma de burbuja.
Juliano tardó dos años en terminar su diseño y otros dos años en construir su Aurora.
Desgraciadamente, el vehículo nunca funcionó bien. Fue construido sobre una plataforma reparada de un Buick de 1953 que había sufrido un golpe severo. Juliano, que de mecánica no tenía tantos conocimientos, no consiguió que resultara tan exitoso como él pretendía. El proyecto tuvo un coste de 30.000 $ de 1957, hecho que le llevó a la bancarrota.
El vehículo fue pasando de mano en mano a distintos propietarios y finalmente abandonado en un desguace en Connecticut.
Y comienza la restauración…
Tras una búsqueda de años, Andy Saunders lo descubrió casualmente en una revista, y consiguió su anhelado Aurora en 1993 aunque su estado era lamentable. Le llevó 12 años restaurarlo, pero consiguió exponerlo en el Festival de Velocidad de Goodwood de 2004 con toda la gloria que merecía.
Su aspecto tras la restauración, es realmente imponente aunque no deja de ser el modelo más feo del mundo. De todas maneras, dejando de lado el terrible aspecto, no olvidemos que el Aurora fue el precursor de ideas en la seguridad automotriz, que hoy en día poseen los vehículos.